jueves, 18 de octubre de 2007

El nuevo cliente

Hace mucho que no escribo nada la razón es bien simple, a pesar de que he tenido más aventuras que Batman ya estaba cansada de tanto sexo porque sí nomás y no le hallaba la gracia así que estaba decidida a encontrar a alguien especial o de lo contrario quedarme tan tranquila o sea si no daba la talla él se lo perdía, en eso estaba replanteando mi vida y nada me hacía indicar que ese lluvioso viernes iba a ser nada fuera de lo común, atiendo la llamada de un colega que me pide por favor que le eche una mano con un cliente y como no me pude negar le dije que le diera mi número deseando por dentro que no me llamara.

Para los que no me conocen soy Alexia y tengo un lindo número de relatos en este mismo website, soy profesional y trabajo en una consultora bastante grande, estoy bastante bien todo en su sitio y bien puesto, abundante cabello negro, ojos café, largas piernas bien torneadas y lindo trasero.

Bueno de pensar en que iba a librarme del cliente nada, suena mi móvil y era este “cliente” el que me plantea el tema y me pregunta cuando puede verme para discutir su caso. Le digo que me llame la semana que viene, porque realmente tengo mucho trabajo estoy en plena auditoria en una empresa y me quitaría mucho tiempo, me dice que no que lo antes que salga de ese tema mejor, así que le digo que si en una hora está en mi oficina okay si no, queda para la semana que viene. Y como afuera llovía a baldes sinceramente no pensaba que se fuera a animar a venir hasta mi oficina.

En la compañía se estila el viernes casual por lo cual el obligado traje sastre negro había sido sustituido por una falda color chocolate con un tajo a un lado una blusa justa al cuerpo con lindo escote y debajo de esto la lencería de zorra que me encanta, en esa ocasión llevaba una tanga hilo dental roja con un brillantito detrás y un bra de copa en satén haciendo juego muy suave, y zapatos de tacón. Era tarde y todos se estaban yendo yo estaba con mi oficina llena de papeles, realmente un caos y me avisan que en recepción me están esperando. Bueno evidentemente el cliente desafío al clima y se animó, así que voy a atenderlo. Lo encuentro guapo, mucho, pero como soy muy profesional, le estrecho la mano y me presento, veo sorpresa en su rostro, le pregunto si está todo en orden y me dice que si que sólo pensó que yo era más mayor. Decido llevarlo a la sala de reuniones ya que mi oficina no es una opción.

De a poco vamos quedando solos, le ofrezco café y al darme vuelta para servirle veo por el reflejo del vidrio que me está mirando sin disimulo el culo. El último de mis colegas se va y me avisa que cerrará la puerta, yo tengo llaves así que no me complica. Afuera diluvia, estoy por terminar la reunión con el bombón y acordamos un par de detalles y le acompaño a la salida. Llego ahí y me doy cuenta de que mi compañero con las prisas partió la llave dentro de la cerradura razón por la cual estamos encerrados!. Me disculpo por el inconveniente y llamo a un cerrajero me dice que llegará en una hora a lo sumo. Volvemos a la sala de reuniones y le ofrezco el teléfono por si necesita avisar a alguien. Se ríe y me dice que prefiere no decirle a su mujer que se ha quedado encerrado en una oficina con una mujer hermosa porque va a ser peor. Le agradezco el cumplido y nos reímos de lo loco de la situación.

Empezamos a hablar ya más relajados, me comenta solamente conoce a otra Alexia, que es un nombre un poco raro, le digo que sí que lo es, y me dice que en realidad no conoce a la otra chica, que es alguien que escribe relatos hot, Yo casi me ahogo con el café por lo improbable de conocer así a uno de mis lectores, pero no le digo nada de que soy yo la chica de los relatos. Independientemente de que tengo ganas de que ese bombón me dé un buen meneo en la mesa de juntas, me hago la sueca y al cabo de poco viene el cerrajero abre la puerta y nos vamos. Nos dirigimos al ascensor y vaya por dios! Está descompuesto, o sea que debemos bajar por las escaleras. La situación no hace sino empeorar y parece de chiste. Al final bajamos riéndonos como chicos y entre tanta risa no miro donde piso y me tuerzo el tobillo. Me ayuda para no caerme, y me siento en un escalón para masajearme. Me dice: “A ver permíteme…” y sin más toma mi tobillo entre sus manos examinándolo.

Confieso que me dolía pero no tanto, pero de todos modos lo dejé hacer. Y allí estaba yo disfrutando del rico masajito y recreándome los ojos con la visión de ese bombón cuando en eso levanta la vista y me ve mirarle sin disimulo. Sonríe y me pregunta si estoy mejor, yo le devuelvo la sonrisa y él me besa los labios. Woww!, Que beso!, a estas alturas a mí ya no me importaba nada y le comí la boca. Gimió y me dijo mmm si que rico!. Sus manos subían por mi pierna y yo le exploraba con la lengua la boca y besaba su cuello. Le desabroché los botones de su camisa y le llené el pecho con besos húmedos. Sus dedos buscaban mi piel y encontraron mi tanga. Me dijo: ”Mmmm... que lindo mami!. Yo estaba excitadísima y él metió su dedo en mi cuevita arrancándome un gemido de placer y ahí le dije “Alexia la del website soy yo”, eso lo sacó de sí mismo. Me dijo: “En serio?, me hablas en serio?. Yo le dije: “Si uso el alias de polinessiangirl”, y se excitó aún más al darse cuenta de que efectivamente era yo. Yo acariciaba su espalda y le besaba con desesperación.

El hecho de que pudieran vernos nos importaba un rábano y creo que de hecho nos excitaba más. Me subió sobre sus piernas y me apoyó contra la pared y me acariciaba mientras yo jugaba a enredar mis dedos en su pelo. Yo estaba en la gloria él me sobaba y me murmuraba lo buena que estaba y yo me dejaba hacer. El bombón besaba rico y acariciaba como un experto una delicia... Estábamos los 2 en un descanso en la escalera de un edificio de oficinas y afuera llovía a baldes. Apartó con un dedo mi tanga y metió sus dedos en mi vagina y los saboreó como un dulce y me dijo delicioso realmente. Eso me excitó mucho más y decidí darle un buen morreo a ese bombonazo. Bajé la mano hasta su entrepierna y le sobé por encima del pantalón me puse de rodillas me desabroché la blusa y le hice una rica cubana, sus gemidos, se escuchaban sin esfuerzo en todo el pasillo. Decidida a que de esto no se olvidara en su vida le di una mamada de campeonato y me decía: “Si mamita que rico lo haces!”. Y yo más loca me ponía cuando intuí que estaba por venirse me subí un par de escalones y le pedí que ya me la metiera, me la metió de un golpe y fue exquisito, un mete y saca fenomenal y me decía en la sala de juntas: “Te perdoné la vida pero ahora no te escapas reina!”, Y quién quería escaparse?, yo quería que me la pusiera hasta el fondo que me llegara hasta la garganta, quería ser su puta, su reina su todo. Y movía las caderas como en un ocho para hacerlo gozar más, con la mano le acariciaba los huevos y se los apretaba apenas para asegurarme de que me diera toda su leche, y así fue sentí que acababa como un animal y llena de él escurriéndome su leche entre los muslos lo miré y lo besé profundamente y le dije que de ser mi cliente nada pero que esto era sólo el principio.

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