jueves, 18 de octubre de 2007

Mi experiencia en la oficina

A mis 19 años jamás se me hubiese ocurrido tener un romance con mi jefe. Antes que nada tengo que decir que soy una chica Mexicana de 25 años, la experiencia que les voy a contar me ocurrió como mencione antes, a los 19 años, tenia muy poco de haber perdido la virginidad con un novio con el que solo dure un par de meses y con el cual mi primera experiencia había sido una total decepción.

Yo trabajaba en un edifico en el cual la mayoría de las oficinas terminaban de laborar a las 9:00 p.m., sin embargo en la que me encontraba terminábamos a las 11:00 p.m. para esa hora ya no había nadie en el edificio solo nosotros, éramos un equipo de 8 personas contando a mi jefe el cual era un muchacho 4 años mayor que yo, el tenia 23 y yo 19. Como el vivía cerca del rumbo de mi casa me acompañaba para que no me fuera sola, yo ya me había dado cuenta de la forma como me miraba y que no le era para nada indiferente, tengo que confesar que a mi me había gustado desde el primer momento que lo vi. Era alto (1.82), de cabello castaño claro y algunos mechones rubios, de manos grandes y una barba de candado que a mí me enloquecía, no era para nada feo, en fin era muy atractivo, su nombre es Alberto.

Una noche terminamos de trabajar y todos nuestros compañeros se fueron rápido, era fin de semana y varios tenían fiestas y demás, yo me quede como todas las noches a esperar a Alberto a que terminara de llenar el reporte de trabajo y cerrara la oficina. Esa noche yo llevaba unos jeans muy ajustados con una blusa transparente que dejaba ver mi brassier, tengo que reconocer que en ese tiempo era más delgada y no tenia para nada mal cuerpo, y como siempre he sido de piernas gruesas los jeans ajustados causaba sensación entre mis compañeros de oficina que eran mas hombres que mujeres.

Alberto termino de llenar los reportes y me pidió que por favor apagara las luces yo me dirigí hacia el apagador que estaba del otro lado de la oficina y sentí claramente su mirada clavada en mi trasero, el cual moví de una forma provocativa, apague las luces y salí de la oficina el cerro y nos dirigimos al estacionamiento del edificio, como había llovido la noche estaba un poco fría y yo como traía una blusa transparente me queje de frió, de repente el me dijo: ¿Quieres calentarte? de una forma algo picara, y yo le conteste de igual manera que si.

Entonces me agarro de la mano y abrió nuevamente la oficina entramos y apenas cerro la puerta me pego a la pared y empezó a besarme de una manera en la que nunca me había besado, yo pude sentir su gran erección sobre mi pierna, yo estaba temblando pues esta seria mi segunda experiencia sexual y tenia algo de miedo. Después de unos minutos besándome me desabrocho los jeans y los bajo hasta mis rodillas, de igual manera hizo con mi pequeño bikini color negro, para ese entonces yo ya tenia mi vagina totalmente húmeda (lubrico mucho) bajo su cabeza hasta mi pubis y con su lengua fue abriéndose camino, di un salto cuando sentí su lengua en mi clítoris, yo sentía que me moría, nunca antes me la habían mamado así, comenzó a meter su lengua en mi vagina y a apretarme con sus manos mis senos los cuales ya estaban fuera de la blusa, así paso un rato, después se puso de pie me abrazo y me dijo que me acostara sobre su escritorio, yo aparte unos papeles y me acosté, el tomo mis jeans y mi ropa interior y termino de quitármelas, yo quede desnuda sentía que mis piernas temblaban y el me decía que me calmara y que me veía fabulosa desnuda, el rápido se quito toda la ropa y yo fije mi mirada en su gran paquete, lo tenia tan hinchado y lubricado que me dieron unas ganas locas de que me penetrara yo lo agarre del brazo y el se acostó sobre mi besando mis pechos y acariciando mi pubis.

De repente hundió dos dedos en mi vagina y se sorprendió en la forma tan fácil en la que entraron. Yo ya estaba impaciente por que me penetrara y le pedí que lo hiciera, el me abrió las piernas lentamente y se coloco entre ellas, yo tome su dura verga y la coloque en la entrada de mi bollito, el de un solo empujón la metió dentro de mí y yo pegue un grito al sentirla toda, nunca me imagine que se podía sentir tanto placer, entonces el comenzó a moverse al principio muy despacio y después mas rápido, yo creía que moriría ahí de tanto placer, podía sentir sus bolas golpeando contra mi piel, cuando de pronto sentí mi primer orgasmo. El al darse cuenta sonrió y me pidió que me parara yo lo obedecí, estaba dispuesta a hacer todo lo que el me pidiera, entonces el se sentó en una de las sillas de mis compañeros y me pido que me montara, sosteniéndose el mismo la verga yo me abrí y me senté encima introduciéndola así hasta lo mas profundo de mi, el con sus manos en mis caderas me indico la forma en la que me tenia que mover, hacia arriba y hacia abajo muy rápido, en ese momento el hundió su rostro en mi cuello y pude escuchar los suspiros que daba yo empecé a apretar mis muslos lo cual lo enloquecía y me dijo: ¡ya estas aprendiendo! y se sonrió, no tardo mucho hasta que el me pidió que me hiciera hacia arriba y saco su gran verga y empezó a correrse en mi pierna derecha. Sentí su leche caliente resbalar por mi pierna y el me chupaba los senos.

Después de eso nos limpiamos y nos vestimos, salimos del edificio a las 12:15 a.m. y uno de los vigilantes nos dijo: “Ahora si trabajaron hasta tarde” el volteo a verme y nos reímos echándonos una mirada de complicidad, después de esa noche compartimos muchas, las cuales se las iré relatando poco a poco.

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