martes, 16 de octubre de 2007

Una rica experiencia

Quiero confesarles que con una simple felación te pueden llevar al mejor orgasmo que te ha llegado en la vida y esto lo digo por lo siguiente: Desde que tenemos relaciones mi mujer y yo siempre le ha gustado que tengamos sexo oral desde un clásico y rico 69 hasta una buena tanda de orgasmos con la boca, sin embargo hace unos días llego ella bastante caliente del trabajo porque había estado tramando una fantasía y la quería hacer realidad por lo que me pidió que por favor me dejara hacer lo que ella quisiera para que pudiéramos satisfacer su fantasía, es decir, ahora ella iba a llevar las riendas, y yo sufridamente acepte.

Ella es atractiva y le encantan las minifaldas por contar con dos piernas muy buenas y con zapatos de tacón se ve guau, se tiñe el cabello de rojo y por ser blanca ese color de cabello le sienta muy bien sobretodo porque lo trae largo.

Primero que nada les comento que me llevo a la recámara y me vendo los ojos con una pañoleta que traía, me tuvo un momento en ascuas ya que no decía nada ni hacía nada lo cual me comenzó a poner nervioso; sin embargo nunca dije nada porque tenía que ser fiel a mi promesa de que ella iba a hacer todo. Después de un rato me pidió que me recostara en la cama boca arriba sin quitarme la pañoleta, posteriormente me desabrocho los botones de la camisa y me despojo de la misma, procedió con su plan quitándome el cinturón y desabrochando mi pantalón para dejarme solamente con mis calzones, que sin mas me los quito porque vio que el bulto comenzaba a despertarse y que ya esperaba que comenzara la acción; me ordeno que me quitara en ese momento la pañoleta y que fue lo que vi, ella solo contaba con un conjunto de lencería negra, ósea una tanga negra de hilo dental, un bra de color negro bastante sexy, unos ligueros negros y unas medias de color negro de grecas; ella sabía que con eso me prendía demasiado, y me dijo:

- Ahora vas a ver lo que te voy a hacer pero tienes prohibido meter las manos, puedes gemir, mas no hablar y solamente vas a hacer lo que yo te ordene.

Esa no era mi mujer porque regularmente era tímida pero me excitaba demasiado saber que por fin se le estaba quitando un poco lo tímida, empezó a chuparme mi pene ya saben de arriba abajo lentamente y comiéndosela muy rico yo le quería agarrar su cabello para guiarla a lo que me dijo.

- ¡No puedes meter las manos!.

Y las quite rápidamente ella se la metía a la boca y se la sacaba porque la tomaba como un helado de cajeta lamiéndola en la cabeza y me ponía una pequeñísimas mordidas que me hacían temblar, a veces lo hacia lento y a veces más rápido para excitarme más; el escenario estaba puesto ya que yo me encontraba acostado boca arriba y ella comiéndosela lógicamente boca abajo poniendo sus tetas en mis piernas y con su culo parado mirando hacía arriba y… “he de comentarles que mi mujer tiene un culo bastante grande quizás no muchas nalgas pero eso si grande, sus tetas son medianas ni muy grandes ni muy pequeñas y su pepa es grande y jugosa eso si rasurada que es lo que mas me gusta”. Cuando me la chupaba me dejaba ver su gran culo y como se perdía esa tanga en su raja y me daban ganas de cogérmela ya ahí pero no me concedía tiempo para eso.

Ella seguía comiéndoselo y ahora se lo metía todo a la boca abriendo la boca muy grande y comiéndoselo todo y cuando lo tenia adentro movía su lengua fenomenal la verdad es que lo sabe hacer muy bien seguía haciéndolo aunque ya había una variante ya bajaba hasta mis bolas y las chupaba haciéndome gemir de gusto eso si sin dejar de masturbar mi verga llena de saliva; también se la restregaba en la cara en sus mejillas y circularmente en toda su cara; como verán estaba fuera de ella se había convertido en una gran puta y eso me encantaba porque lo estaba haciendo muy bien y realmente nada mas de ver la cara de excitación que ella tenia me imaginaba como estaría su vagina anegada totalmente mojada y se me antojaba bastante aunque la verdad no sabía si esa tarde sería mía.

Posteriormente comenzó a tocarme mi ano con uno de sus dedos he de confesarles que no soy homosexual pero me gusto y me decía ella con una voz dulce y tenue…

- Relájate no te va a pasar nada confía en mi

Y me comencé a relajar y me dijo que pusiera una almohada debajo de mi cintura para que quedara mas arriba mi culo y le obedecí, ella siguió metiéndosela a la boca y chupando mis bolas y bajo hasta mi ano lamiéndolo con su lengua, la verdad es que estaba a punto de estallar pero ella me dijo que nada mas abriera las piernas para que ella pudiera hacer bien su trabajo que ahora me tocaba a mi disfrutar. Por lo que seguía paseando su lengua en mi ano lamiéndolo tiernamente y metiendo un poco su lengua lo cual en ves de hacerme sentir mal me excitaba profundamente y ahí fue cuando me ordeno lo siguiente:

- Toma tu verga y mastúrbate mientras yo sigo haciendo mi chamba al fin ya vi que te encanto.

Y la verdad es que tenía razón nunca jamás había sentido esa sensación de placer ella no paraba de chuparme el chocho y yo me masturbaba cada ves más rápido se despojo de su bra y con sus tetas me hacia una rusa formidable quitándome las manos y poniéndose mi pene entre sus tetas ya que ella también estaba a punto de venirse; ella al estarla chupando también se tocaba la concha y se oía como estaba ya muy babosa y habida de verga, pero no dejaba que ni si quiera la viera, y volvió a chuparme el culo la verdad es que estaba dispuesta a hacerme venir muy rico yo jadeaba de placer mientras ella gemía al mamármelo yo sentía como ya salía un poco de liquido de mi pene y ella lo degustaba placenteramente, y se quitaba de ahí solamente para decirme

- Vamos papi dame tu lechita por favor anda.

Se quitaba de ahí pero con su dedo me estimulaba para que no perdiera mi excitación, ya no pude aguantar mas y me vine eso si como nunca he, la verdad nunca había eyaculado tanto eran chorros de semen que caían en su cabello y en su cara dejándola toda chorreada de semen y lo poco que pudo rescatar se lo comió dándome unas chupadas a mi palo ya más lentas se tiro junto a mi sin nada mas hacer solamente diciéndome al oído.

- Papi creo que nunca habías terminado tan rico te lo voy a hacer mas seguido porque vi que te encanto, pues mira casi té estas durmiendo.

Y la verdad es que si ustedes lo pueden experimentar se los recomiendo no se van a arrepentir hasta la próxima.

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